En el interior de la fe

La empatía y la confianza.

La empatía (“en el interior del dolor”) es una habilidad intrínsecamente ligada a la femineidad, socialmente admitida más propia de las mujeres. Yo creo que así es, aunque para ser realista y habiendo observado a los hombres en acción, diría que ellos practican la empatía igual que nosotras, aunque alineada con sus motivaciones (masculinas).

Pero las motivaciones femeninas ¡son tan complejas! que nuestra empatía se dispara irremediablemente. Perdemos foco.

En el trabajo, para el emprendimiento, hace falta mucha empatía. Las neuronas espejo, dicen, son la llave del éxito. Nada nuevo excepto en su denominación.
Pero también hace falta mucha autoconfianza para emprender: Confianza (“Fe y Audacia”) en uno mismo. Y ésta, digámoslo, es una habilidad intrínsecamente ligada a la masculinidad.
Habiendo participado de la comunidad mujer, yo diría que nosotras practicamos una autoconfianza más equilibrada por más dubitativa, más crítica.

Pero la autoconfianza masculina ¡está tan pasada de moda!. El optimismo y el arrojo infantil no tienen crédito.

NOS NECESITAMOS. Los grupos diversos demuestran más rendimiento, más originalidad en su visión global y un mayor poder resolutivo y de progreso. En los grupos diversos el baile de las ideas es más rítmico, ¡y el ritmo es tan tan importante!

Artículos:

Cuaderno 65: “La Confianza”, del depósito académico digital de la Universidad de Navarra”

Versión resumida de las notas de investigación que el autor aportó al grupo de expertos
sobre los aspectos psico-sociales del paso al euro. Se publica con la autorización de la DG
XXIV de la UE.

Deja un comentario