En el pasado viajé ocasionalmente por los estados del Golfo Pérsico, sea Bahrain, Qatar, Kuwait, los Emiratos… y hoy mantengo contacto con expatriados que trabajan en aquellos lugares, y con personas que han permanecido allí temporadas largas. Gentes de diversos sectores profesionales con los que me comunico.
Sé, por ejemplo, que las grandes constructoras provisionan el número de fallecimientos de sus peones indios según el calor estacional; sé que estos trabajadores de obra viven lejos de los shopping malls, en los campos de trabajo habilitados en medio del desierto, y me imagino que dando gracias cada día a sus dioses por tener hambre y algo que comer.
Otros trabajan en la ciudad. Se ven en los lobby de cualquier hotel de lujo, complacientes con esas sonrisas blancas inigualables, y el si-no pendular de sus cabezas tan gracioso y significativo. Y todos ellos prefieren estar donde están.
Y sé que las mujeres indias tienen su oportunidad en el servicio doméstico, donde sus amas (reinas del glamour reservado más extremo, cultísimas) las ponen, ya de paso, como cebo para el desahogo sexual de sus maridos, nuevos ricos árabes implacables. Las violan y en el mejor de los casos las dejan permanecer con cierta dignidad aparente. Y quizá todas ellas prefieran estar donde están.
Y sé que los blogs y las referencias sociales de mis conocidos expatriados no dicen nada de todo esto. Saben algo, les suena qué, pero aquello no está en su realidad. Su realidad es otra: Súper hoteles, fiestas en yate con el cónsul después de un día de trabajo durísimo a 50 grados, buenos sueldos, pisos enormes con vistas imposibles, la oportunidad de su vida. Son buenos profesionales españoles que han tenido la fortuna de saber desenvolverse en inglés.
Pero los estados de la India, de Qatar, Kuwait… ellos sí saben, lo gestionan. Y las empresas que consiguen las licitaciones en esa tierra mezquina y hortera conocen muy bien quiénes son sus partners.
Ocurre que, al final del día, la culpa está tan repartida que lo que le corresponde a cada uno de los agentes implicados en la explotación, a cada individuo que participa en la construcción de esa burbuja de riqueza, es sólo una milésima parte de un miligramo de culpa. Es tan poquito que su conciencia lo ignora enseguida, porque el alma está en otro quehacer: cumplir con los objetivos, vigilar el retorno, planear las próximas vacaciones en Dubai -donde hay acceso al alcohol y juerga-.
Sin embargo, el perfil público de la esclavitud está muy a mano, al alcance de cualquiera. Es un negocio con clientes en todo el mundo, que se anuncia profusamente. Para quien quiera entretenerse, unas muestras:
– Women-seeking-men-India-Uae-Qatar-Oman-Bahrain-Saudi-Arabia-Kuwait y su Facebook Page, a 608 personas les gusta esto.
– India dating club, con su Linkedin y su Facebook Page, a 294 personas les gusta esto.
Cuidado! porque si clicas en sus FAQ´s verás 404 The requested page was not found. Otros detalles de su página: Now india datingclub has launched its network in Dubai UAE and other GCC countries Like Kuwait, Saudi Arabia, Bahrain, Oman, Qatar. Especialidades: Telephone numbers, Night clubs, parties, Online facilities, faceitpages
– The Interracial Dating Central
Me pregunto ¿por qué todas estas mujeres –se dicen licenciadas, con recursos, etc.- aparecen en bikini y tienen cara de quince años? ¿por qué si clicas en la foto de un anuncio te reenvían a un perfil, igualmente atractivo, pero que no es el de la persona de antes? ¿qué hay delante y detrás de toda esta cosa, burda pero tan bien mimbrada, tan viral?
Hoy he leído en The Guardian este artículo sobre The Obedient Wives Club (OWC) de Global Ikhwan (Facebook Page, a 4.179 personas les gusta esto). En mi opinión, el germen del mal: sexo unilateral, todavía sin ventilarse.
Lo peor es que hay muchas señales que dicen que la cuestión se recrudece. Oí decir a Julia Salmerón en una entrevista que su situación en el Cairo como bailarina profesional se pone cada día más fea. Menos libertad, más fundamentalismo, más radicalidad.
… Estaba preparando un post sugerido sobre Balenciaga, que llegará en los próximos días, cuando me sobrevino esta conexión que quise compartir con vosotros.
proyectofelisa 